Coutinho resurrection
Por Álex Delmás @alexdelmas10
Phillipe Coutinho es, sin duda, una de las noticias de este inicio de temporada. Su primer mes de competición está muy lejos de aquel jugador intrascendente que fue hace dos cursos con la camiseta azulgrana. Estamos ante un jugador renovado tanto en futbol como en energía. Y no sólo son sensaciones sino también datos. Esta es el radar de datos en habilidades generales de Alebia Sport Analytics, comparando su inicio de temporada 20/21 con el curso 18/19.
Como vemos, mejora en muchos de los aspectos del juego (capacidad de construcción en el juego del equipo, efectividad en los uno contra uno….) pero, especialmente, en impacto ofensivo. Algo que deja aún más constatable es esta segunda grafica donde se introducen aspectos más específicos, estadísticas puras de ataque como las conducciones o los pases en el último tercio.
Una mejoría basada en una serie de puntos muy particulares en los que las variaciones tácticas implementadas por Ronald Koeman tienen mucho que ver. Aquí van las principales:
Sistema de juego
El paso del 4-3-3 al 4-2-3-1 ha tenido en Phillipe Coutinho como principal beneficiado ya que la posición reúne todos los ingredientes deseados por el brasileño. De hecho, su encaje en el 4-3-3 habitual o en el 4-4-2 ocasional de Valverde fue difícil, entre otras cosas, porque Coutinho no es ni un interior puro ni un extremo al uso. El futbolista responde al prototipo de media punta con todo lo que eso conlleva. Una posición que ha ido en desuso en los últimos tiempos y que precisa de mucha singularidad. Este enclave concede una exigencia defensiva muy baja a la vez que muchas más posibilidades de tener un peso importante en el juego colectivo del equipo. Y el jugador parece otro en este inicio de temporada. No es casualidad que, en tan sólo 3 encuentros, ya haya alcanzado las mismas asistencias que en la 18/19 (2 en total) y que su ratio goleador también se haya visto incrementado de 0,21 por cada 90 minutos a 0,41 goles.
Epicentro del juego
Aunque los ataques posicionales del Barcelona “tiran” los extremos a dentro, es indudable que el hecho de abandonar la banda ha beneficiado a que participe bastante más del juego. Sus compañeros pueden encontrarle como apoyo de continuidad así como pase para progresar en la jugada. Eso es lo que explica que su juego sea mas trascendente, aunque sus índices de participación en el último tercio sean menores (4,89 cada 90 minutos en la temporada actual por 7,8 en la 18/19).
Menores esfuerzos
Otra de las ventajas de la nueva demarcación es que se trata de un lugar muy cómodo desde el punto de vista defensivo. Básicamente por dos factores. El primero es que, jugando en banda, el brasileño tenía el deber de trabajar defensivamente su costado ante las subidas del lateral. Y aunque si bien es cierto que no lo hacia en total de las veces, también lo es, que todo ello le exigía más desgaste y mayor recorrido. Eso es lo que explica que sus registros de robos hayan descendido de 3,65 cada 90 minutos en la 18/19 a 2,99 en la 20/21. Lo mismo sucede con las intercepciones que han pasado de las 3,80 por cada 90 minutos de la 18/19 a las 2,14 actuales. Pero en cambio, Coutinho gana más duelos defensivos (de 4,17 en la 18/19 a 6,14 en la 2020/2021). ¿Explicación? Jugar en una posición tan privilegiada le resta esfuerzos y puede reservar más energía para los pocos envites defensivos que tiene.
Primera opción en transición
Cuando al Barça no le funciona la presión alta y tiene que replegar, su papel queda reservado para ocupar posicionalmente una zona cercana al pivote o mediocampista rival más retrasado. Y eso lo convierte en el primer pase y el más favorable para salir. Razón por la que su índice de conducciones se han incrementado ostensiblemente de 2,55 por cada 90 minutos hace dos cursos, a las 4,91 en esta 20/21. De hecho, muchas de las transiciones del equipo azulgrana pasan por sus botas.
Sentimiento de confianza
Un factor que huye de lo táctico, pero más importante aún, es la sensación de confianza que el futbolista tiene a día de hoy. Y eso tiene un gran “responsable”, Ronald Koeman, quién ha otorgado desde el primer minuto un rol relevante a Coutinho. El brasileño es un futbolista tan frágil desde el punto de vista mental que necesita obligatoriamente sentirse especial. Y no hay duda que el entrenador holandés se lo ha transmitido con hechos. Todo esto se ve reflejado en el acierto en los regates que han pasado de un porcentaje del 50% a un 56%.
Sin duda estamos viendo un nuevo jugador. Su mejoría en el plano personal es evidente. Pero su juego también destaca a nivel de liga. El brasileño se sitúa como uno de los media puntas referentes de la competición y del futbol europeo.
Pero no todo son ventajas para el brasileño en este nuevo ecosistema. Esta nueva posición obliga a obtener reciprocidad.
Forzosamente determinante
Estará obligado a lo largo de la temporada a sostener un alto nivel y a decidir partidos. Ser media punta en el 4-2-3-1 tiene privilegios pero también una alta cuota de responsabilidad. Y eso pasa por el hecho de ser indiscutiblemente determinante o, lo que es lo mismo, decidir partidos.
El fichaje más caro de la historia del F.C. Barcelona ha recuperado la sonrisa de la mano de Koeman. Pero ahora es cuando viene el verdadero reto para él, que sus prestaciones futbolísticas alcancen, de una vez por todas, la regularidad que se espera de él. En los próximos meses veremos si este nuevo Coutinho es un espejismo una realidad. Si te has quedado con ganas de un análisis mas profundo sobre esta metamorfosis, aquí tienes un video con todo el detalle: